Salve!!
¡Santa
Virgen del Remedio,
Reina
de los navegantes,
Madre de Misericordia,
Dios
te salve!
Consuelo
de los que gimen
en
este apartado valle,
Lucero
de la mañana,
Faro
de los caminantes,
sostén
de los pecadores
y alivio
de nuestros males…
¡Santa
Virgen del Remedio,
Dios
te salve!
Si
las olas se enfurecen
y nuestras
lanchas se abaten,
¡Santa
Virgen del Remedio,
Dios
te salve!
Si
lo mismo en la baera
que
en las más foranas mares,
abayonamos
la proa
huyendo
de tempestades,
¡Santa
Virgen del Remedio,
Dios
te salve!
Si
con la calma más chicha
se
apaila nuestro velamen,
si
no abracamos la pesca
que
mitiga nuestras hambres.
¡Tu
nos sacas, Virgen Santa,
de
esta vida miserable!
El
rumor de nuestras quillas,
el
gurrir de nuestras naves,
dice
siempre Dulce Reina,
Dios
te salve!
¡Santa
Virgen del Remedio,
Reina
y Madre,
vuelve
hacia nos los tus ojos,
mitiga
nuestros pesares,
y
haznos lograr las promesas
que
Dios hizo a los mortales!
¡Santa
Virgen del Remedio,
Dios
te Salve!
Bibliografía:
Del
solar y de la raza
Adriano
García Lomas / Jesús Cancio
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