Oración de amor
Tenemos una madre y más te amamos
a Tí, bendita Virgen del Remedio,
desde que niños ya te conocimos
velando por el pueblo.
Hermosa historia de indecible encanto
cuando en el siglo doce, unos guerreros
con rumbo a Tierra Santa te llevaban
sobre el mástil enhiesto.
Y al verte por el mar, de amor saltaron
del antiguo Ruiloba los cimientos,
y encrespando las olas la borrasca
brilló en el firmamento.
Tu celestial visión, que a Fontefrida
atrajo como un imán barco velero,
milagro de tu célica mirada,
¡Oh, Estrella del Remedio!
Pues ¡Salve, Imagen primitiva humilde
que salvaste a cruzados marineros
y de Alifuz sobre la rubia arena
tuviste el primer templo!
Quedaste con nosotros; los Cruzados
a la conquista de Salém siguieron
y al cabo de seis años te traían
riquísimos trofeos.
Nuestros padres más tarde a la Marina
en loca procesión te enaltecieron
para que fueras lumbre de sus ojos
y todo su Remedio,
protegiendo las lanchas pescadoras,
ahuyentando la chispa de los truenos,
atrayendo de Dios las bendiciones,
formando el embeleso
de Ruiloba feliz con poseerte,
de Comillas en místico paseo,
de Ruiseñada, Cóbreces, Udías,
de Novales y el Tejo.
No dejes de mirarnos, aunque inmundo
profane tu jardín el forastero,
y aunque broten en malos hijos tuyos
torcidos sentimientos.
Agrádente más bien de tus devotos
danzantes y cantoras los obsequios,
esclavos de tu amor mientras vivamos,
idolatrada Virgen de los Remedios.
Juan Palencia Díaz
Ruiloba, 2 de Julio de 1918
No hay comentarios:
Publicar un comentario